It hurts inside.

Cada vez más sangre y heridas en los nudillos, no sé si debo olvidar o seguir pensando en los domingos. Deprimidos, inútiles, que te recuerdan que mañana es Lunes. Rutina, tu vida, seguir, avanzar, sin parar. Sufrir, llorar, recordar la verdad, y no sirve de nada lamentar, el pasado, los errores que han causado, decepciones y fracasos, en la espalda a cuesta, daños, causados, con miel en los labios. Que duele tanto como que empiece a llover otra vez, después de la calma, que no haya nadie entre tus sábanas. Que venga la tormenta, cuando menos lo esperas, las lágrimas salgan solas, no las retengas, ya da igual, ¿qué importa? Llorar da igual, todo da igual. Que se acabe, que empiece, lo que sea. Solo quiero que pase algo. Algo que me ayude, a avanzar, a seguir, a acabar, a sentir... lo que sea. Que siento un montón de cosas a la vez, y a la vez no sé lo que son. No consigo identificar nada, simplemente siento odio, hacia todo, hacia mí. Que estoy en un punto intermedio y no sé salir, quiero avanzar o hundirme, pero no hago nada, no soy capaz. Quizá me falta voluntad. No quiero nada que me obligue a que siga doliendo, a mis palabras le faltan lógica, a mi corazón tiritas, y a mi mente razones por las que seguir viva.