Cruda, como la vida misma.

Cuando viene la noche, y meto la música en mis oídos, es cuando más me cuesta sonreír. Es imposible. A veces me parece que nada va a cambiar, que viviré siempre en una noche constante, de la que no puedo despertar y ser feliz. En realidad, no sé si quiero ser feliz. Me da miedo. No sabría como actuar sin preocupaciones, sin problemas.. ese miedo inevitable a lo desconocido.
Quizá sea que creo demasiado en el destino, y cada decepción me duele más. El corazón ya no me va, ya no sé si late, o esta temblando, se ahoga, entre lágrimas y sangre, que sale de sus grietas.
No sé que me causa tanto dolor y tristeza. Es impotencia, frustración e incertidumbre.. Quizá es que desde pequeña me enseñaron a ser así, a pedir poco, dar demasiado, y no recibir.
Me gustaría cambiar, ser fuerte. No volver a derrumbarme y tener que llorar, creo que me van a salir escamas en los ojos. ¿De verdad la historia es así?
Pensaréis que soy pesimista, demasiado, pero no, soy realista. Solo mirad a vuestro alrededor, ¿de verdad hay algo por lo que seguir y luchar? ¿El amor? ¿Qué es eso? Ah, sí, esa horrible enfermedad contagiosa que se transmite con 'te quiero's' falsos. Abre los ojos, no te quiere, no te echa de menos, echa de menos las noches en su cama.
¿Los amigos? Ah, sí, esa gente, gente que te sonríe, pero que no son sinceros, cada uno sujeta su puñal, y no dudan en usarlo, la confianza dejó de tener sentido hace tiempo.
¿La familia? ¿Familia? Sí, bueno, esas personas, que tienen tu sangre, tus genes, pero son unos completos extraños, solo tratas de convivir con ellos. Intentas que no te vean llorar después de los gritos, y pones la música tan alta hasta no oír las discusiones.  Nunca eres suficiente para ellos, ni para nadie, eres una decepción constante, quieren más. Nunca haces lo que quieren, ellos quieren que estudies medicina, o derecho, con matrícula de honor, que vistas adecuadamente y seas la típica niña 'bien.' Tu quieres ser escritora, o psicóloga, terminar el conservatorio, irte a Londres, Amsterdam, lejos. Pero no, lo que tú quieres no importa, ¿lo has olvidado? Qué raro, lo recuerdan constantemente.
Dije que no me rendiría, que por una vez conseguiría lo que quiero, pero ahora no lo sé, cada vez es más difícil, estoy al límite ya, de mis fuerzas, de ´mi, de todo... Necesito descansar, rendirme.