Noches de insomnio.

No sé lo que siento.
Ni si quiera sé si sigo viviendo, si el corazón sigue latiendo.
Trato de subir, pero se les da bien ayudarme a caer. Les gusta verme perder. Me cuesta respirar, y necesito gritar, que el silencio ya no sirve de nada, noches en vela junto a la cama. Vuelve el insomnio, te quita sueños y te deja realidades, cuentos que no valen, vidas sin finales. Y eso es lo que piden, ser eternos, pero si yo no lo soy, ellos no van a ser menos. Y me dicen que me valore, pero, ¿qué me voy a valorar? La suela desgastada de tanto andar, de recorrer caminos y pensar, ¿algún día llegará el final? ¿Dónde está eso que llaman, felicidad? En las cosas pequeñas, si mal no recuerdo, en los buenos momentos, en ese pasado eterno, el presente incompleto y un futuro incierto. Que quiero que me traigan a mi ruina y le corten la cabeza, que tanto me ha jodido y me ha dejado en piezas. Un puzzle sin unir, vidas por compartir, sueños por vivir...¿Pero qué coño digo? Si el futuro es tan oscuro que solo veo el fondo de mi vaso, relléname el cubata, y después otra tanda, que si las penas no se van, nos encargaremos de matarlas.

...


Tocada y hundida, y eh, un poco jodida. Pero, ¿a quién le importa? Los demás solo miran por su sombra. Bah, que les jodan, ya encontraré un perro que en vez de lamerles el culo les muerda las esperanzas. A ver si aprenden que la vida esta echa de tardanzas, que lo que uno quiere se lo tiene que ganar, y a veces ni eso, que por mucho que te esfuerces, no te lo saben recompensar. No saben nada y aún así hablan, se creen importantes por ir de zorra en barra. Si mira que nos queda, hipócritas y falsos, que te usan como trapo, los reales se camuflan, pero que den la cara ya que no los encuentro, y por poco me muero, que me muero si me faltan, si me fallan, que sin nadie no soy nada. Necesito otra almohada, esta sabe demasiado de mí, de problemas y secretos, de los que siempre traté de huir, de esconder, hablaban de ti.